SEPTIEMBRE 2007  

Posted by JREY

IDRAPARINUX EN EL TRATAMIENTO Y PROFILAXIS SECUNDARIA DE LA ENFERMEDAD TROMBOEMBOLICA (TEP Y TVP)



Los anticoagulantes tradicionales para la profilaxis y el tratamiento de la enfermedad tromboembólica son la heparina y el acenocumarol. Estos dos fármacos tienen dos limitaciones importantes; una ventana terapéutica muy estrecha de anticoagulación óptima sin sangrado y una relación dosis-respuesta muy variable según los diferentes individuos que hacen necesaria una monitorización estrecha (analíticas frecuentes). La variabilidad de la heparina no fraccionada se debe en parte a la diferente biodisponibilidad subcutánea de la heparina y a la ocupación de los sitios de unión de ésta por diferentes proteínas plasmáticas. Otra gran limitación de la heparina es la habilidad reducida de inactivar la trombina, fibrina, factor Xa y plaquetas activadas en el trombo, por lo que el trombo puede seguir creciendo durante el tratamiento o puede reaparecer coágulos después de cesar el tratamiento. Estas limitaciones han hecho que se desarrollen nuevos anticoagulantes. Los más destacados son los inhibidores directos de la trombina y los inhibidores indirectos del factor Xa (fondaparinux e idraparinux).

El fondaparinux (Arixtra) es la primera molécula que se sintetizo; produce una inhibición específica e indirecta del factor Xa mediada por su unión (reversible aunque de elevada afinidad) a la AT. Esta inhibición del factor Xa da lugar a una inhibición de la génesis de trombina y, por tanto, de la fibrina necesaria para la formación y el crecimiento del trombo. Ha demostrado una mayor eficacia que la enoxaparina en la prevención de la enfermedad tromboembólica venosa tras cirugía ortopédica mayor (artroplastia total de cadera y rodilla, fractura de cadera) y en las cirugías abdominales con alto riesgo de tromboembolismo. También se utiliza para el tratamiento del TEP agudo y la TVP aguda sin TEP. Otra indicación que esta en estudio es para la profilaxis de TVP en individuos con antecedentes de trombocitopenia inducida por la heparina. A parte del sangrado otros efectos adversos son la anemia, nauseas y fiebre.

El idraparinux es un derivado igualmente sintético de la molécula de fondaparinux que resulta un fármaco atractivo por sus ventajas en la dosificación (puesto que su vida media de 130 h) y su farmacocinética perfectamente predecible, que hacen que pueda administrarse por vía subcutánea una vez por semana sin necesidad de controles analíticos. El resto de sus características farmacocinéticas, así como su mecanismo de acción, son similares a las ya descritas para fondaparinux.

Se han publicado en el NEJM dos artículos originales del grupo Van Gogh de Ámsterdam.

En uno de ellos estudiaron si una dosis fija semanal de idraparinux puede sustituir a la tradicional combinación de heparina y antagonistas de la vitamina K en pacientes que presentan TVP (trombosis venosa profunda) y TEP (tromboembolismo pulmonar). Como conclusión vieron que una dosis semanal de idraparinux durante 3 o 6 meses era equivalente a la pauta tradicional en pacientes con TVP. Sin embargo en los pacientes con TEP el inhibidor indirecto era menos eficaz.

En el otro estudio evaluaron pacientes que habían completado 6 meses de tratamiento anticoagulante convencional para la TVP o TEP. Posteriormente se les aleatorizaba a recibir otros 6 meses de tratamiento profiláctico con idaparinux. Al final del estudio vieron que el idraparinux era eficaz en la prevención de tromboembolismos recurrentes pero que aumentaba el riesgo de sangrado (hemorragias intracraneales).

TOMADO DE NEJM.BLOSPOT.COM

This entry was posted on jueves, 3 de enero de 2008 at 15:48 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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